viernes, 7 de septiembre de 2012

Capítulo 1: Encuentro Sorpresa 2|4



Estaba vestido con una campera, y con la capucha puesta, nos miro, tenía ojos negros. Nos quedamos paralizadas. El parecía estar sorprendido, basto pestañear para que desapareciera.
- ¿Qué diablos fue eso?
- Tenía ojos negros, unos lindos ojos
- ¿Lindos ojos? ¿¡Lindos ojos?! ¿¡Viene un ladrón a tu casa y decís que tiene lindos ojos?!
- ¿Quién dijo que era ladrón?
- ¿Una persona normal viste toda encapuchada y toca el timbre de tu casa a las 2 de la mañana?
- Como digas... vamos a dormir, pero no deberiamos ocultar esto en secreto
- Esta bien, vamos ya
El día siguiente fue tranquilo, vimos unas cuantas películas de Harry Potter, cocinamos unos brownies y bailamos un poco. Mis papas ya habían llegado para cuando nos levantado y por suerte no sospecharon de nuestra seguridad en la casa. 
En la tarde visitamos Starbucks, no había tanta gente como la que suele haber. Pedimos dos flores de chocolates y dos capuchinos. Pasaron treinta minutos de conversaciones sobre chicos lindos y chicos que se pasan de lindos en cuanto un chico entro al café. Era rubio, alto, no hacia falta decir que era flaco; usaba unos jeans, una remera gris y una campera de cuero negra, llevaba unos lentes bien oscuros. Se acerco al mostrador y pareció pedir algo, pero nada para tomar o comer. Le guiño el ojo a la chica con la que hablaba y se fue a sentar en un rincón. Se paso la mano por la frente y se sacó los lentes. Tenía ojos negros. Chille. El me miró y sonrió, una carcajada en su cara me hizo sonreír, no se como, estaba asustada. 

sábado, 1 de septiembre de 2012

Capítulo 1: Encuentro Sorpresa 1|4



Toco el timbre, otro glorioso timbre de fin de semana escolar. Ese viernes no tenia nada que hacer, iba a estar en mi casa y me divertiría toda la noche. 
Eran las seis de la tarde, por mas que no lo creyera, me había aburrido. ¿Una escapatoria? Mi mejor amiga, no iba a ser posible que me niegue una invitación a una pijamada. Zaira, la única que siempre estaba ahí cuando la necesitaba, nunca iba a poder conseguir una amiga mejor que ella. Claro que no lo negó, ni bien la llame ya estaba en la puerta de mi casa.
Vimos unas pelis hasta la medianoche. Mis papas se habían ido a una cena y todavía no llegaban. Alguien toco la puerta, debían ser ellos. Baje las escaleras con mis pantuflas, tome las llaves de la mesa del hall y me acerque a la puerta. Aunque fueran ellos no iba a perder la costumbre. '¿Quién es?' pregunte. No hubo respuesta, de seguro me estaban haciendo una broma. Mire por el agujero de la puerta y note una figura congelada. Era muy de noche y no pude ver como era esa persona... pero no tenía dudas de que no eran mis padres. Me saque las pantuflas para no hacer ruido y me di la vuelta para volver con Zai.
Di un paso y se escucho una tormenta, empezó una liviana llovizna. Me apure para subir con Zai. Le conté lo que pasaba, y en el preciso instante que termine se escucharon de nuevo golpes en la puerta. Lo ignoramos, pero luego empezó a golpear mas y mas. Teníamos mucha intriga asi que bajamos de nuevo. 
Zaira grito'¿Quién anda ahí?'. Tras la puerta se escucharon unos pasos, ¿se había ido?. Mire de nuevo por el agujero y no había nadie. 
Abrimos la puerta para verificar que se había ido. Seguía ahi.

¡Bienvenid@s!

Hola a tod@s! Este blog es de una novela que trata de una chica de 17 años llamada Rebekah. :)